“La ventaja táctica de la clandestinidad, de lo no visible (el lenguaje del corazón) de por sí devuelve a la estética su centralidad revolucionaria. El arte de lo no visible escapa la absorción del “discurso de la totalidad” basado en la imagen y así, libre de toda forma posible, todavía mantiene la promesa milenaria de arte, la transformación del mundo”.
H. Bey



















